viernes, 4 de febrero de 2011

Opinión, 06 de Septiembre de 2007

Opinión, 06 de Septiembre de 2007

Más Septiembre

Santiago Niño Becerra


Ya se acerca, ya se acerca.

El pasado día 4, a las 09:15 h, en Bloomberg podía leerse una noticia de título acongojante: “Recession Risk Rises as Consumers Feel Pain of Tighter Credit”. Muy bien escrito, el texto comentaba una serie de acotaciones seleccionadas partir de conferencias y declaraciones efectuadas por prohombres de la economía estadounidense -y planetaria- en los últimos días. La noticia, vuelvo a repetirlo, acongojaba. (Les incluyo en link: 

Lawrence Summers, ex Secretario del Tesoro, y actualmente profesor en la Universidad de Harvard, en días pasados dijo lo siguiente: “While there is no basis for predicting a recession right now, the risks have surely gone up”, y, por si alguna duda quedaba de lo dicho, añadió: “The combination of softness in the housing sector, contractions in credit, increased uncertainty and volatility, and losses in wealth make the chances significantly greater now”.
Más. Economistas de J.P. Morgan Chase & Co., de Lehman Brothers Holdings Inc. y de Merrill Lynch & Co. están en proceso de reducción de sus previsiones sobre la evolución de la economía debido al aumento de los costes crediticios. Esto, evidentemente, acabará afectando a dos áreas sobre las que se ha basado el crecimiento: el empleo y el consumo.
Más aún. Martin Feldstein, presidente del National Bureau of Economic Research, la institución que en USA certifica el inicio y fin de las crisis económicas y de las recesiones, ha dicho hace escasos días: “I think there’s a significant risk of recession now”; y Michael Jackson, CEO de AutoNation Inc., en una entrevista el 29 de Agosto que “pulled back on buying big-ticket items; and pulling back means that unless there is a rate cut, you will have a recession”.

Pero, ¿alguna duda queda de que se acerca una crisis?. ¿Cómo hay que decirlo para que se crea?. En USA, ante lo inevitable, los expertos ya hablan abiertamente de que una recesión es probable, mañana dirán que una crisis es inevitable. Aquí, en Europa, los Comisarios y similares nos siguen diciendo que los fundamentos económicos son los adecuados. En el reino, aún nos están diciendo que las bases de la economía son sólidas. ¿pero qué fundamentos?, ¿qué bases?.

Nuestro sistema económico, nuestra economía, el crecimiento que en todos estos años ha experimentado ha estado basado en el crédito, en el crédito a mansalva, es decir, en el endeudamiento. A la que el crédito se restrinja, todo el tinglado se vendrá abajo, porque el consumo se hundirá ya que, desprovista de crédito, la población no pondrá comprar ni aspirinas. (Hace unos meses, en una farmacia de la localidad en la que resido, me quedé estupefacto cuando vi que una joven señora adquiría una caja del referido medicamento con una tarjeta de crédito).

El fulminante que ha puesto en marcha todo el proceso ha sido la crisis de las subprime, pero, en realidad, lo que ha puesto de manifiesto esa crisis ha sido los agujeros de un tinglado que ya no se aguantaba. Lo que va a venir a continuación es el desmoronamiento de la confianza, y, después, el estallido de las expectativas. El crédito se parará por desconfianza; el consumo se ralentizará hasta, casi, la detención; el desempleo del factor trabajo crecerá; las deudas ya contraídas no podrán ser pagadas; la desconfianza se instalará en los cerebros de la banca a la vez que los ingresos públicos decrecen por la reducción de la actividad. Y, aunque el consumo de commodities se reducirá, la tendencia decreciente de sus reservas forzará sus precios al alza afectando negativamente a los costes de producción.

Eso tiene un nombre: crisis; y ya está llamado a la puerta; claro que siempre podemos hacer lo del chiste:

Alguien llama a la puerta de una casa:
- ¡No hay nadie!, responde quien se halla en su interior.
- Menos mal que no he venido, murmura quien ha llamado.

El problema es que, quien esta vez está llamando no va a responder de tal manera.

(El Sr. Pedro Solves ha dicho lo que Uds. ya saben. ¿Estará cambiando el mensaje?. ¿Por qué nuevo mensaje lo susbstiturá?).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

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